No quería una compañera.
Nunca la quise.
Pero cuando entré en el aula de jardín de infantes y vi a la nueva maestra...
... hombre, todo cambió.
Porque el tipo que nunca necesitó una niña se obsesiona repentinamente con una.
Mi oso pardo interior la quiere como nuestra compañera.
La quiero para todo.
Y esta palanca de cambio de oso pardo para combatir incendios está lista para quemar el mundo y atraparla.
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