En el futuro, una Tierra unida para tratar el problema del control de la población, divide su población en clases ciudadanos y no ciudadanos. Nacer como no-gratos significa una vida de pocas libertades y la posibilidad constante de ser asignado a trabajar en una colonia. Al carecer de ciudadanía cada aspecto de su vida es controlado desde donde viven, hasta las regulaciones de matrimonio y maternidad. El único escape posible de la vida como no-gratos es calificar para uno de los limitados espacios disponibles para entrar en el ejército. Para la mayoría, sin embargo, es la única vida que conocerán.
Charlie se ha preparado toda su vida para la posibilidad de ser enviada a trabajar en una colonia, así que cuando es seleccionada para formar parte de la fase de inicialización de los trabajadores de la colonia está decidida a sacar el máximo provecho de una nueva vida en un planeta muy diferente y hostil. Asignada como asistente de trabajo en el laboratorio parece un paso adelante en la dirección correcta para ella. Cuidar de los especímenes de la vida silvestre es preferible a trabajar como obrera preparando el primero de los campos o en cualquiera de las industrias comunes. Es decir, hasta que un espécimen vagamente humanoide es capturado y traído. La promesa de muerte que se aferra a ella se cumple cuando sale de la contención y se encuentra como rehén de un ser con sed de venganza.
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